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Personaje: V

29 enero, 2011

Nombre: ??

Alias: V

Aparece en: V de Vendetta (cómics y película)

 

V

Rasgos principales:

  • Es un hombre alto y de complexión atlética, permanentemente vestido de negro. Su atuendo suele consistir en una camisa y un chaleco, pantalones, botas de cuero, guantes, una capa y, ocasionalmente, un sombrero.
  • Fácilmente reconocible por lucir constantemente una careta de Guy Fawkes, el hombre (histórico) que trató de volar el edificio del Parlamento en Londres durante el siglo XVII. La cabeza la lleva cubierta por una peluca de tono castaño oscuro, que le cae hasta la altura de los hombros con un corte totalmente uniforme.
  • Posee increíbles reflejos, una fuerza física digna de mención y un eficiente manejo de las armas, especialmente las espadas o cuchillos arrojadizos.
  • Es un personaje sumamente culto y dotado con una gran sensibilidad artística y literaria. Se reconoce admirador de El conde de Montecristo. Es considerado un genio en campos tan dispares como explosivos, artes marciales, filosofía, química, política, literatura, informática y música.
  • Es una auténtica personificación de la lucha por los ideales, que llega a enmascarar incluso sus ansias de venganza. Aun así, no es en absoluto pasional, sino que tiene una mente fría y lógica, que le permite desarrollar intrincados planes con una astucia capaz de confundir a todos sus enemigos.
  • Aunque se muestra reservado y no admite que su cara sea mostrada, no tarda en verse totalmente subyugado por Evey y acaba enamorándose de ella.

Historia:

Apenas se conoce nada acerca del pasado de V, y ni mucho menos cuál fue su nombre y por qué causas fue a parar al Campo de Reasentamiento de Larkhill, uno de los muchos campos de concentración en los que prisioneros políticos, judíos, musulmanes, negros y homosexuales estaban siendo exterminados por el nuevo régimen fascista de Gran Bretaña, durante las primeras décadas de un hipótetico siglo XXI. Allí, V formaba parte de un grupo de prisioneros sujetos a terribles experimentos médicos dirigidos por la doctora Delia Surridge. Los otros grandes líderes de Larkhill eran el comandante Lewis Prothero y el padre Lilliman. Al parecer, en aquellos experimentos se inyectaban hormonas diseñadas genéticamente a los prisioneros, que invariablemente morían en dolorosas circunstancias… con la excepción de «el hombre de la quinta celda» (que no es otro que V, que toma su alias precisamente de allí), que desconcierta a la doctora Surridge por su espectacular resistencia y aptitudes biológicas.

En tan desgraciadas circunstancias, V tuvo noticias de su vecina de celda, Valerie Page, un actriz encerrada por ser lesbiana, que escribió su autobiografía en papel higiénico y lo depositó en un agujero en la pared antes de morir. La historia de Valerie conmovió profundamente a V y se convirtió en el motor de su venganza y en el principal motivo que esgrimió para derrocar a los tiranos. Según el cómic, a partir de entonces preparó una forma de huir fabricando una bomba casera con la ayuda de material de jardinería, detonándola un 5 de Noviembre y logrando escapar aunque con terribles quemaduras en el cuerpo y el rostro, que le impelieron a usar su característico atuendo. En la película tan sólo se dice que V recobró la libertad al haberse producido un accidente y un devastador incendio. En cualquier caso, durante los años siguientes V comenzó a preparar con meticulosidad sus próximas acciones y asesinando a 40 miembros del personal de Larkhill sin despertar sospecha alguna. Las vidas de Prothero, Lilliman y Surridge fueron dejadas adrede para el final, como última acción de su venganza personal antes de hacer saltar por los aires el Parlamento.

V, listo para lanzar sus cuchillos

Sinopsis:

V se da a conocer al régimen autoritario de Sutler volando el Old Bailey. Sólo unos momentos antes, había salvado de unos Dedos (la policía especial de Sutler) a la joven Evey Hammond, a quien invita a ver la destrucción del edificio desde un tejado. No obstante, los medios de comunicación, férreamente controlados por el gobierno, no hablan en sus informativos de un atentado terrorista sino de una demolición largamente prevista, por lo que V da el siguiente paso infiltrándose con astucia en la televisión y dejando un claro mensaje a la población: el mismo día del año siguiente hará volar el Parlamento, un acto simbólico con el que pretende condenar el gobierno de Sutler. Tras ello, V logra escapar sin sufrir daño alguno, y providencialmente ayudado por Evey, que trabaja en aquel lugar y ya estaba a punto de ser capturada por los Dedos, al haberse registrado su presencia la noche anterior con V en las cercanías del Old Bailey. A su pesar, V decide llevarse consigo a Evey a su guarida secreta.

Al recobrar el conocimiento, Evey queda maravillada por el lugar donde se esconde V y desea conocer más acerca de él, pero éste responde a muchas de sus preguntas con evasivas y haciéndole ver que su venganza es necesaria, y que para que todo salga bien ella deberá permanecer encerrada allí durante todo un año. Evey acepta a regañadientes, pero en secreto comienza a planear una forma de burlar la vigilancia de V, y comprende que la mejor ocasión la puede conseguir si se gana su confianza y éste decide que puede ayudarle en su venganza. Dicho y hecho, V ha comenzado a asesinar a los últimos líderes de Larkhill al acabar con Prothero, ahora convertido en la «Voz de Londres». El siguiente en la lista es el padre Lilliman, de quien sabe su debilidad por las muchachitas (mejor dicho, por las niñas), por lo que decide aprovechar la apariencia juvenil de Evey para pillarle desprevenido. Evey se disfraza y maquilla hasta dar la imagen de una adolescente y logra acceder hasta Lilliman. Sin embargo, al estar ante él trata de ponerle sobre aviso de los planes de V y, cuando comprende que es demasiado tarde para ello, huye a la vez que V mata a Lilliman.

La última persona que aún queda con vida de los tiempos de Larkhill es Delia Surridge. Ésta se ha convertido en forense, y al ver las rosas que acompañan los cadáveres de Prothero y Lilliman reconoce al autor de los hechos y se percata de que ella es la siguiente. Por ello, no se asusta al despertarse en medio de la noche y verle junto a la ventana de su habitación, sino que incluso mantienen una breve conversación. Surridge le hace ver a V que se ha dado cuenta de las monstruosidades que realizó en el pasado, y le pregunta si aún hay tiempo para pedir perdón. V le responde que nunca es tarde para ello, ante lo que Surridge le pide que su muerte no sea dolorosa. V la tranquiliza, afirmando que en realidad ya está muerta, pues le inyectó un veneno mortal mientras dormía, y no sufrirá. De esta forma, Surridge muere plácidamente con una rosa «Violet Carson» en sus manos.

V vuelve a encontrarse con Evey cuando está a punto de ser capturada por los Dedos. En esta ocasión él hace creer a la muchacha que ha sido capturada por Sutler y enviada a una prisión, en la que será irremediablemente ejecutada si no confiesa todo lo que sabe. Allí, Evey es torturada pero no se derrumba y logra hacer frente a todos sus miedos, después de haber leído la carta de Valerie de la misma forma que lo hizo V años atrás. Cuando Evey afirma a sus supuestos captores que no tiene miedo a morir y que se encuentra en paz consigo misma, V le muestra todo el engaño y le dice que ahora, por fin, ella es completamente libre. Evey se enfurece, pero al cabo comprende que su espíritu ha sufrido una transformación profunda de la que V es responsable, y acaba por darle las gracias. No obstante, y tras un baile y un tierno momento juntos, la joven vuelve a marcharse (esta vez con el permiso de V), prometiéndole que se verán antes de que explote el Parlamento.

V y Evey, en la noche en que se conocieron

El tiempo transcurre y se aproxima la fecha señalada. Para aquel entonces, la población se encuentra ya plenamente preparada para lo que va a ocurrir y se respiran aires de revolución en el ambiente: V ha conseguido su objetivo, y con la caída del Parlamento también se producirá la caída de Sutler. En secreto ha pactado con la mano derecha de Sutler, Creedy, con entregarse si antes éste le entrega a su vez al mismísimo líder Sutler. Creedy cumple con lo prometido y no sólo traiciona a Sutler, sino que lo asesina delante de V antes de exigirle que se quite la máscara y se rinda. V se niega y comienza a luchar con las fuerzas del orden en los subterráneos del metro (donde Evey le espera junto al metro que ha llenado de explosivos y que pretende hacer explotar bajo el Parlamento). Pese a llevar un chaleco antibalas, V es herido mortalmente y, tras acabar con todos sus enemigos, llega hasta Evey, muriendo en sus brazos después de revelarle su amor. Entonces, Evey decide rendir homenaje al hombre que cambió su vida y la de toda una nación que ya ha salido a las calles, y rodeando su cuerpo de rosas, lo deposita en el vagón de metro y lo dirige hacia el Parlamento, que es destruido con una multitud de fuegos artificiales que hacen saltar las lágrimas a Evey y a todos los ingleses. Ya pueden volver a soñar de nuevo.

¿Por qué me gusta?

  • La película me impresionó profundamente al verla… Aunque sea un futuro ficticio, muchas de las cosas que se muestran no están muy alejadas de la realidad, tristemente.
  • Pese a ser catalogado de anarquista, terrorista y asesino, soy incapaz de ver a V como un villano, sino como un auténtico héroe, de aquellos que hacen historia. Y, de hecho, lo ha conseguido conmigo.
  • Su poética presentación ante Evey es magistral, como la mayoría de los diálogos que tiene. Y la escena con la doctora, también es fabulosa. En realidad, toda la película lo es.
  • Lo enigmático del personaje. Nunca se llega a saber nada de su pasado, ni su nombre, ni su rostro o identidad… Como se llega a decir en el final, era un hombre, pero también era todos los hombres, y era una idea.
  • Se ha convertido en un auténtico icono (y si no, que se lo digan a los Anonymous).

V es el dios de la lucha por la libertad.

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  1. odikchGirl permalink
    6 septiembre, 2011 17:59

    SImplemente Inspirador.. se requiere mucha definicion y desicion para orgullosamente cargar con las consecuencias de ir en contra de los nuevos farones.. WE are anonymous

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